domingo, 31 de julio de 2011

EL ESTUDIO, UN HÁBITO LÚDICO QUE REQUIERE DE AMOR, ORIENTACIÓN Y DISCIPLINA

El lugar, el tutor, el momento y el ambiente son elementos importantes para crear una rutina adecuada.

Nuestra experiencia, y un estudio realizado por la universidad Pedagógica Nacional, coinciden en la siguiente problemática formulada por padres de familia: “diariamente llegan consultándonos cómo hacer para que sus hijos se concentren a la hora de hacer tareas, que no escriban un poquito y digan ‘mamá, estoy cansado (a)’ ”.
Luz Elena Buitrago, directora de la especialización en psicología clínica y desarrollo infantil de la Universidad El Bosque, asevera que los niños continuamente están expuestos a una cantidad de información que no saben cómo procesar. Ellos quieren jugar, hablar, colorear y hacer tareas al mismo tiempo.
“Es deber de los padres fomentar hábitos acertados de estudio para que más adelante los pequeños no tengan problemas de concentración”.
En estos casos es importante desarrollar una rutina en la que sus hijos, además de estudiar, también puedan jugar y relajarse. Una vez lleguen del colegio, procure que se cambien de ropa para que se sientan cómodos y descansen durante un tiempo prudente.
Antes de poner a sus hijos a estudiar elija un lugar donde no haya mucho ruido, libre de distracciones y donde el pequeño pueda concentrarse, que tenga una mesa o escritorio para apoyarse y una silla confortable que no le genere problemas de postura. A algunos padres les funciona separar los colores, crayones, pinceles y témperas en un lugar diferente al espacio que tiene el niño para jugar.
Probablemente, al principio no se sienta cómodo, sin embargo, lo que usted puede hacer es motivarlo a través de estímulos (premios o felicitaciones) con los que se sentirá a gusto. Reconozca el trabajo, el esfuerzo, el orden y el desempeño del menor.
“Es importante que mientras los niños hacen tareas, ni el televisor ni el computador estén encendidos, porque inevitablemente van a competir. Espere a que el pequeño finalice sus quehaceres estudiantiles y luego prémielo con un tiempo para él con actividades que le gusten”.

Tenga en cuenta• Los niños no aprenden solos, ellos repiten lo que ven en su entorno inmediato.

  • Establezca horas para el almuerzo y para ir a la cama. Estudie con él, eso lo animará. Incluso podrían competir a ver “quién termina primero la tarea”.
  • No le haga la tarea, él puede hacerla solo. Ofrézcale su ayuda, así él se sentirá más cómodo a la hora de hacer sus deberes.
  • Si nota que él hace caras de que no entendió, repita la instrucción con amor.
  • Procure que su hijo tenga todos los recursos a la mano; él intentará excusarse por algo. Seguramente querrá dar vueltas en lugar de concentrarse.
  • No deje de felicitarlo con frases como “has hecho un buen trabajo”.

Desde el jardín infantil.
Carmenza Botero, directora del Jardín infantil Malaquita, afirma que los hábitos que se generan en la primera infancia durante la escolaridad informal (en el jardín) son una especie de ‘colchón’ para las rutinas a futuro.
“Para formarlos, se busca que los niños extiendan sus períodos de concentración mientras entonan una canción de principio a fin, permanezcan en un espacio por un tiempo prolongado y comprendan lo que se les está hablando. En casa, por ejemplo, sirve que la madre le cante a su hijo antes de dormir, que escuchen música juntos, lean y exploren su creatividad con las artes plásticas”, manifiesta Botero.
Para la realización de las tareas, Carmenza Botero afirma que es importante que cuenten con un espacio acogedor y sin peligros, con una mesa donde puedan trabajar y con opciones de experimentación: juguetes y libros a su alcance e instrumentos musicales que le permitan cuestionarse y encontrar primeras respuestas.
Desde el jardín es posible identificar si el niño es perseverante o no, si se frustra o desfallece ante la primera dificultad. Ayúdelo a que disfrute de las actividades.
Nuestra experiencia también indica que nunca es tarde para implementar los buenos hábitos y desarraigar los malos hábitos (ocio, distracción, pereza, otros), este proceso lleva obviamente un poco mas de tiempo y requiere de paciencia, continuidad, disciplina, perseverancia y mucho, pero mucho amor.
Adaptación: Dirección y coordinación INSTITUTO PITAGORAS TUTORES...Formación para toda la vida. Felicidades y que Dios nos bendiga.
FOTOGRAFÍAS: ARCHIVO DEL INSTITUTO PITÁGORAS TUTORES.

viernes, 4 de febrero de 2011

CONCEPCIÓN DE CEREBRO TRIÁDICO: FUNDAMENTO PEDAGÓGICO Y DE GESTIÓN EN EL INSTITUTO PITAGORAS TUTORES (PARTE II)


El comportamiento del ser humano lo describe W. De Gregori (1999) según el modelo de cerebro triádico. Éste se identifica según tres procesos mentales: cerebro central o inteligencia operativa; cerebro derecho o inteligencia emocional y cerebro izquierdo o inteligencia lógica.
El cerebro central se asocia con la acción, la experiencia, el pensamiento concreto, la conducta del ser; el cerebro izquierdo con la ciencia, la matemática y el saber; y el cerebro derecho con la intuición, la fe, las emotividades, el arte y la religión. Estos tres cerebros integran un sistema que se correlaciona y se determina, que explica, por ejemplo, cómo alguien es un genio con los números pero nunca aprende a bailar; o cómo otro es un artista brillante, pero un pésimo administrador de sus cosas.
El revelador del cociente mental triádico (R.C.M.T.) es un modelo cuantitativo que, no de manera puntual sino proporcional, determina las inclinaciones del cerebro triádico, de acuerdo con las posiciones frente al mundo, los temores, las relaciones con los demás, los criterios para evaluar el arte y en general, su actuar en los contextos lógicos, conductuales y lúdicos. Del análisis del cerebro triádico pueden surgir estrategias para la pedagogía y la administración; de acuerdo con la cibernética social, éste organiza conocimientos, define jerarquías y crea visiones para sacar el mejor provecho de las debilidades y las oportunidades.
De este análisis se crean programas personalizados únicos en el instituto pitágoras tutores, con el fin de equilibrar la tutoría de acuerdo con el cerebro triádico de los integrantes, con miradas hacia lo lúdico, lo lógico y lo conductual. Se fija hacia dónde inclinar la enseñanza-aprendizaje y qué recursos están disponibles dentro de cada comportamiento para sacar el mejor provecho (optimización tricerebral).
También para la gerencia del instituto es válido el modelo, dentro de la empresa las acciones se deben orientar hacia los aspectos de investigación rigurosa de los procesos; fe en los mismos y un clima organizacional inmejorable, colorido para éstos y manejo presupuestal para su optimización y utilidad.
El análisis tricerebral ofrece su aporte en la manera en que conceptúa sobre la inteligencia, porque de hecho la desliga de la habilidad matemática y lógica como su única realización y le reconoce, por el contrario, las realizaciones en la lúdica y el arte o en la motricidad,  la administración y la conducta. Además porque brinda un enfoque amplio aplicable desde el aula de clase y la familia, hasta la ubicación en la globalidad del mundo y sus problemas.